Luego de que dejara a Elena, Damon
decide comenzar una nueva vida, lejos de Mystic Falls. Pero con 174 años, ya se
conocía todo el mundo, un día escuchó la conversación telefónica de una mujer,
así que se acercó a ella, y le preguntó por el pueblo que había mencionado en
su llamada.
La mujer que respondía al nombre de
Jessica Stanley quedó fascinada con el hombre que tenía frente a ella, así que
sin más le contó todo sobre su pueblo: Forks. Y no solo sobre su pueblo natal,
sino todo lo que había vivido en ese lugar, Damon haciendo uso de sus encantos,
escuchaba a la habladora mujer, y en la primera oportunidad que tuvo de
dejarla, lo hizo. Ya con la información de un pueblo que ni siquiera aparecía
en el mapa, pero que Jessica le había dicho, era muy tranquilo —por no decir
aburrido— tomo el primer vuelo directo a Washington.
Y como había dicho Jessica, el
pueblo era tranquilo, con gente amable, y lo único que extrañaría Damon de
Mystic Falls, seria molestar a su hermano menor —su hobby favorito— Pero un día
descubrió que no todo en ese pueblo era tranquilo y aburrido, y esa nueva
distracción tenía nombre y apellido: Renesmee Cullen, la “sobrina” del jefe de
policía Swan —o eso era lo que le hacía creer a todo el pueblo—, Renesmee para
él era una chica misteriosa, aparte de extremadamente hermosa, tanto así que no
se podía sacar de la cabeza la cabellera cobriza y los ojos achocolatados de
Renesmee, por eso la seguía, y ahí fue cuando descubrió lo que realmente era.
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