Renesmee, también llamada Nessie o
Ness de cariño, desde pequeña siempre ha tenido como compañero a Jacob Black
—un metamorfo— todo iba muy bien entre ellos, casi se podría considerar que
eran pareja, aunque Jacob nunca se le había declarado, ella sabía que era la
impronta de su mejor amigo desde hace dos años.
La vida de la pequeña Nessie era
perfecta —dentro de su mundo— sus padres, tíos, abuelos y hasta las manadas la
querían mucho, se podría decir que era la consentida de todos, sobre todo de
sus padres. Pero de pronto su vida perfecta se desmorono cuando Jacob
desapareció de su vida como por arte de magia, y por más que las manadas y los
Cullen lo buscaron, nunca apareció. Nessie quedo en una profunda depresión, y
ni siquiera el don de su tío Jasper lograba devolverle la alegría.
Un día dando un paseo por el bosque
—tratando de no preocupar a su familia estando encerrada en su habitación— se
encontró con un extraño sujeto de profundos ojos azules y a partir de ese
momento siempre se lo encuentra, no importa al lugar que vaya, ese hombre
siempre está cerca de ella, hasta que un día Nessie decide enfrentarlo, pero
este hombre en vez de disculparse por su actitud, solo le sonríe de manera
arrogante y al pasar por su lado, le dice: “Eres mucho más hermosa enojada”.
Esto desconcierta a Nessie, pero cuando da la vuelta para encararlo, el
misterioso hombre ya no estaba.
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