Los Cullen llevaban una vida normal
—dentro de su mundo mítico— Todo era normal para ellos, salían de caza, iban de
compras —claro, Alice obligando siempre a Bella— Carlisle en el hospital, Esme
arreglando la casa, el jardín y se encargaba de preparar la comida para su
amada nieta, la consentida de todos. Bella y Edward enamoradas cada día más,
Jasper y Emmett apostando, Rosalie y Emmett como siempre desenfrenados con su
amor, y Renesmee creciendo cada día más, en apariencia y en sabiduría.
Pero la vida de los Cullen se ve
afectada cuando Jacob Black desaparece y de ese modo el corazón de la más
pequeña de la casa se va rompiendo poco a poco. Nadie puede consolarla, ni
siquiera Jasper.
El tiempo paso, y con el tiempo ha
venido un nuevo vampiro misterioso.
Los Cullen se sienten muy
agradecidos con ese nuevo vampiro de una especie distinta, pero eso no importa
mucho, ya que ese vampiro parece haberle devuelto la alegría a su pequeña, y
eso es lo único que le importa a la familia para considerarlo un buen amigo.
O quizás hasta algo más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario